
El deporte y el crecimiento personal son considerados compañeros de viaje. Independientemente de si una persona practica deporte o no, esta sinergia es una de las más utilizadas en muchos ámbitos relacionados con el crecimiento y la evolución personal, así como con la motivación en general.
Como padre, Life Coach y ex deportista, encuentro una gran satisfacción en utilizar la metáfora deportiva y me entusiasma pensar en cómo puede servir como una poderosa herramienta para el crecimiento personal
Más allá de los placeres personales, trato de ver este aspecto a través de la lente del pensamiento crítico y me hago preguntas que conciernen a esta metáfora, especialmente si implica aplicar esta combinación a los jóvenes.
Como observador y oyente atento de lo que sucede a mi alrededor, contemplo que con la evolución de la vida y el deporte estamos avanzando hacia la hiperespecialización y la hiperselectividad de estos jóvenes atletas.
Hacerse preguntas es una parte esencial del camino de crecimiento personal, y comprender cómo utilizar esta poderosa herramienta marca la diferencia. Cuestionar la actitud de los adultos frente al deporte de los jóvenes debería ser el punto de partida de cualquier historia deportiva que aspire a convertirse en una experiencia de auténtico desarrollo personal.
Vivimos en una época en la que los jóvenes están hiper--tecnologizados, hipersexualizados, hipercomprometidos desde los primeros años de vida y me pregunto qué tan funcional puede ser este aspecto para su crecimiento y experimentación “ecológica”.
Considero que deberíamos definir un parámetro de referencia lo más objetivo posible para comenzar a buscar respuestas, de manera que podamos evaluar todas las posibilidades con el mismo criterio.
En este análisis me acompaña Rocío, psicóloga, con un máster en Investigación en Salud Mental y certificación en Psicología del Deporte.
Antes de profundizar en la explicación de esta herramienta, te invito a reflexionar e imaginarte jugando a identificarte con las piezas. Desarrollar el pensamiento crítico requiere experimentación y la capacidad de mirar las cosas desde perspectivas distintas. Al hacerlo, podremos descubrir nuevas formas de utilizar todas las herramientas a nuestro alcance
Pensemos en un ejemplo: niños y niñas de 4 a 6 años, de 6 a 8, de 8 a 10, y así sucesivamente, tomando como parámetro de referencia intervalos de dos años.
Ahora imaginemos que algunos padres dicen a sus hijos frases como:
· “Debes tener más ganas de entrenar”.
· “Necesitas estar más motivado para entrenar”.
· “Tienes que ser más malo”.
· “Tienes que querer ganar para ganar”.
· “Si no te esfuerzas me quitas la sonrisa”.
· “Si no te comprometes no estoy contento”.
· “Ganar lo es todo”.
· “Tienes que entrenar para ganar”.
Podríamos citar muchos más ejemplos.
¿Estamos realmente seguros de que todos los niños entienden estas frases de la misma manera? ¿Tienen los medios cognitivos para comprender este tipo de oraciones?
Este es un aspecto realmente interesante que abre muchas otras preguntas:
• ¿Cuándo comienza un niño a comprender la motivación para ganar?
• ¿Cuándo comienza un niño a comprender el compromiso y la coherencia como un valor?
• ¿Cuándo comienza un niño a comprender las proyecciones de sus adultos de referencia?
En este fantástico viaje de crecimiento siempre habrá quienes caminen más rápido, quienes se detengan más tiempo, quienes tarden más en comprender, quienes se sientan atraídos por una medalla por su color y no por su valor. Cada tema es un mundo aparte, una singularidad que desarrolla su potencial paso a paso. Entonces, ¿podemos estar realmente seguros de que ciertas frases les ayudan en ese camino?
El propósito de esta reflexión está vinculado a la comprensión y no a encontrar lo que está bien y lo que está mal. Cada aspecto incluido puede convertirse en una herramienta distinta para el crecimiento.
Entonces decidimos basarnos en este método: Las cuatro etapas del desarrollo
· Pasantía
· Rango de edad
· Características principales
· Sensoriomotor
0–2 años
Etapa sensoriomotora
El conocimiento se construye a través de la exploración sensorial y motora.
2–7 años
Etapa preoperacional
Surge el pensamiento simbólico; el niño empieza a usar la imaginación y el juego, pero su pensamiento sigue siendo egocéntrico y no lógico.
7–11 años
Etapa de operaciones concretas
El pensamiento lógico comienza a desarrollarse, aunque se limita a situaciones concretas. Hay mayor comprensión de reglas y de la perspectiva de los demás.
12+ años
Etapa de operaciones formales
Aparece el razonamiento abstracto, el pensamiento hipotético y la metacognición.
Enfoque: Etapas preoperatorias y operativas concretas (edades 5–12)
· Etapa preoperatoria (aprox. 5–7 años)
- Pensar es intuitivo, no lógico.
- Los niños son egocéntricos: les cuesta ver las cosas desde la perspectiva de los demás’.
- Tienen dificultades para comprender la conservación (por ejemplo, que la cantidad sigue siendo la misma y los residuos cambian de forma).
- Utilizan símbolos, imaginación y juego para representar ideas.
- Implicaciones en el deporte:
- Aprender mediante demostración y repetición funciona mejor.
- Las reglas pueden seguirse rígidamente o malinterpretarse.
- La motivación suele estar ligada a la diversión, la atención y el reconocimiento.
· Etapa operativa concreta (aprox. 7–11 años)
- Empieza a pensar lógicamente, pero sólo sobre cosas concretas y visibles.
- Comprender la conservación, clasificación, seriación (ordenamiento) y reversibilidad.
- Empiece a adoptar las perspectivas de otros’.
- Las reglas se vuelven más flexibles y negociables.
- Implicaciones en el deporte:
- Puede seguir juegos estructurados con múltiples reglas.
- Responda bien al establecimiento de objetivos, la retroalimentación y el trabajo en equipo.
- Listo para el aprendizaje basado en estrategias (por ejemplo, posicionamiento en fútbol, planificación en gimnasia).
Conceptos clave de Piaget y su aplicación en el deporte
· Esquema: un marco mental.
→ Ejemplo: un niño desarrolla un esquema sobre “cómo lanzar” o “cómo jugar limpio”.
· Asimilación: adaptar nueva información en esquemas existentes.
→ Ejemplo: un niño prueba un nuevo deporte usando habilidades de otro.
· Acomodación: modificar esquemas cuando la información no encaja.
→ Ejemplo: aprender que las reglas son diferentes en baloncesto y balonmano.
· Equilibrio: balance entre asimilación y acomodación, cómo progresa el aprendizaje.
→ Ejemplo: explica las curvas de aprendizaje en nuevas tareas físicas.
Llegando al final de este primer artículo podemos contaros que en el próximo hablaremos del aspecto motivacional en relación con el crecimiento y las etapas evolutivas.
El objetivo es siempre desarrollar el pensamiento crítico y no encontrar una razón o un error que remediar.
Por este motivo, si quieres escribirnos preguntas o pensamientos, te dejamos nuestras direcciones de correo electrónico:
ROCIO: rociolambertiquiros@gmail.com
N.B. Y por último: en el próximo artículo hablaremos de la “motivación” y de las etapas evolutivas del deportista de élite.
